Diario de un enófilo argentino. Degustaciones, recomendaciones e información sobre el mundo del vino y ocasionalmente del whisk(e)y

lunes, 18 de marzo de 2019

Botellas de plástico para el vino, ¿lo que se viene?


Para muchos de los amantes del vino el que haya botellas plásticas para guardarlos parece una herejía, pero varias empresas importantes del mundo están empezando a fabricar botellas PET para vinos y ciertos vinos jóvenes para consumir en el año de cosecha ya en Europa se venden en este formato. ¿Tendrá futuro a gran escala o no? Aquí lo analizamos...


Qué dicen sus defensores

Los defensores de las botellas de plástico dicen que es el paso natural al siglo 21 de las botellas del vino, afirmando que es una opción más sostenible, eficiente y conveniente. Otra ventaja es el reciclado, si bien el vidrio es reciclable, el vidrio de las botellas de vino solo es reciclable parcialmente, mientras el PET es 100% reciclable. Se indica además que las emisiones de gases invernaderos usando plástico se reducen en un 30%, y también se reduce notablemente su huella de carbono. 

Uno de los máximos defensores de este tipo de formato es la gente de Garçon Wines, de Londres, UK Esta firma fue ganadora del “mejor concepto de una nueva bebida” en los World Beverage Innovation Awards 2017. Su objetivo es revolucionar la entrega de vino y mejorar el compromiso, la venta minorista y la logística. En este ultimo tema es muy importante el peso, ya que bajaría el peso de una botella de vidrio normal de unos 600 gramos a unos 60, reduciendo asi notablemente el costo de transporte del vino para el vendedor. 


También AMCOR, el gigante australiano del plástico con varias sedes en Latinoamérica, ofrece en su catálogo botellas PET de 750 ml pensadas para vino. Australia es uno de los primeros países donde se ofrecieron botellas de este tipo para el vino, hace unos diez años ya.


Qué dicen sus detractores

Sus detractores indican que las botellas hechas de PET son permeables al aire, el cual oxida al vino. Se puede evitar desde la bodega la oxidación muy veloz colocándole algún absorbente de oxígeno, pero eso el vino solo lo aguantará unos 6 meses como máximo, con lo cual queda descartado para vinos de alta gama que precisen mucho tiempo en botella. Por supuesto otro gran factor detractor es el factor cultural o de costumbre. En Argentina por ejemplo, incluso en vinos jóvenes, para tomar en el año, las bodegas colocan corchos plásticos y cuesta ver aún ejemplares con tapa a rosca, un formato con una distribución realmente enorme a nivel mundial en estos momentos. Ni hablemos de plásticos, sachets o latas...


Y hablando de vino en lata hasta hace no muchos años era considerado algo sumamente extraño a nivel mundial pero hoy la oferta en este formato es importante, sobre todo en mercados como EE.UU., para vinos blancos rosados y cepas tintas jóvenes como el Pinot o la Garnacha... ¿pasará lo mismo con las botellas PET? Solo el tiempo lo dirá...


En breve más novedades, ¡saludos!

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